El cristianismo nació como una religión histórica. Su proclamación se basa en la vida, muerte y resurrección históricas de Jesús de Nazaret, tal como lo evidencia el Nuevo Testamento en general y el libro de los Hechos en particular (Hch. 2: 22-36; 3: 13-18; 4: 10-12; 13: 23-33; Rom. 1: 3, 4; 8: 34, etc.). Es evidente la fuerte connotación histórica de la proclamación apostólica.
Lamentablemente, y con demasiada frecuencia, el sentimentalismo, el subjetivismo y un marcado énfasis en la predicación del “testimonio personal” ha ocasionado el haber perdido de vista el original énfasis histórico que era característico en la predicación de la iglesia primitiva. Con esto no se pretende minimizar el papel que posee la testificación personal de lo que Dios ha hecho y está haciendo en nuestra vida, ni el papel que posee en el desarrollo del carácter cristiano; antes bien, lo que intenta el presente articulo es llamar la atención a la perdida de objetividad bíblica en la proclamación del mensaje bíblico, y guardarlo de influencias externas que violenten el mensaje esencial de
Lo que se necesita actualmente es una correcta exposición del texto bíblico en la iglesia, pero ante esto es importante también una correcta teología bíblica. Oscar Cullmann tiene razón cuando declara que en la comunidad cristiana de creyentes, la teología siempre es necesaria para interpretar correctamente
Ahora, por teología bíblica no se refiere cándidamente a una teología basada en
La Biblia no es considerada principalmente como una colección de textos de prueba o un depósito de doctrinas, sino un testigo inspirado de la actividad de Dios en la historia, la que no estará completa hasta la consumación escatológica. John Bright declara que el AT—y en última instancia toda
Continuará...
*(un intento ejemplar de este tipo de estudio teológico basado en una exegesis y exposición a raíz de análisis lexicográfico lo constituye el Theologiches Wörterbuch zum Neuen Testament, editado por G. Kittel y G. Friedrich. Geoffrey Bromiley, en Everett F. Harrison, ed., Diccionario de teología, Grand Rapids: Libros Desafío, 2002, 601).