Al llegar a mis manos las obras de estudiosos fieles y comprometidos con la Escritura de tiempos pasados (como George Eldon Ladd, Oscar Cullmann, Gerhard von Rad, Jürgen Moltmann, y otros), descubrí que la Biblia no enseña una teología sistemática ni prentende ser una recopilación de dogmas para ser creídos. Existe un hecho central que recorre toda la historia sagrada: la constante actividad redentora de Dios en la historia. Toda la Escritura es un testimonio de los grandes actos redentores de Dios (Hechos 2: 17, "las maravillas de Dios"); el Antiguo Testamento contiene la acción divina en el tiempo y en el espacio: Dios empezó creando el mundo en 6 días e instituyó un día especial de adoración en un lugar y momento adecuados, iniciando así un horario de actividades ordenado en 7 días; luego Dios actuó de forma constante en sucesivos actos de salvación: la acción divina en el diluvio, en el éxodo y el paso del Mar Rojo, en la cautividad babilónica del pueblo hebreo y su posterior liberación; en suma, todos son actos históricos en carácter.
Pero estos actos de Dios señalaban a una intervención final de Dios en la historia: la encarnación de Cristo para nuestra salvación. Esto fue una obra histórica, pues ocurrió "en el cumplimiento del tiempo" (Gal. 4: 4). Cuando Jesús empezó su ministerio proclamó solemnemente: "el tiempo se ha cumplido y el reino de Dios ha llegado..." (Mr. 1: 15). Toda la actividad redentora de Dios culminada en Cristo se ha cumplido en la historia, por ello los teólogos alemanes denominaron a este método de interpretación bíblica con el término heilsgeschichte, la historia de la redención. Esto constituye un avance prodigioso sobre el conocido--y válido--método histórico gramatical de los Reformadores en el campo de la hermenéutica (ciencia de la interpretación) y la exégesis (el proceso de interpretación bíblica). No obstante, el método histórico-redentor--no confundir con el método histórico-crítico--ofrece un verdadero valor a la historia bíblica y a su contenido como testimonio de la intervención redentora de Dios en la historia y en el tiempo. De este hecho adopté el presente título: "Salvación en la historia".
Ahora, como su nombre lo indica, el presente blog se elabora pensando en promover esta escuela de interpretación. Los próximos escritos, ensayos y artículos tomarán esta postura, y gustosamente se recibirán todos los comentarios hechos a este material, así como a cualquier colaboración en el área de teología, exégesis, historia eclesiástica, cristología, espiritualidad, teología pastoral, y todos los tópicos relacionados con el concepto de historia de la redención.
Les deseo bendiciones en Dios, y sus oraciones harán que este blog crezca y sea constantemente nutrido con sus sugerencias y colaboraciones, a fin que este instrumento pueda cumplir el propósito para el que fue creado: exaltar a Aquél que se dignó en redimir a la raza humana en la muerte y resurrección históricas de Cristo Jesús.
Omar Ojanama (Von Rad)
julio, 2007.